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Buca Bar. Aquí empezó todo

Son las 20.30 horas de una cálida tarde de abril. En la terraza, dos familias apuran los últimos rayos de sol y dentro, apostados en la barra, parroquianos de distintas edades dejan pasar la vida degustando cerveza y aperitivos. Un grupo de jóvenes tiran a los dardos y otros se asoman a un partido de Champions en alguna de las cuatro pantallas de las que dispone el bar.

Es el Buca, a punto de cumplir medio siglo convertido en referente y punto de encuentro para varias generaciones de toledanos. Cinco grandes letras rojas, EL BAR, presiden un escenario abierto a cantautores, acústicos y otras músicas de proximidad; a artistas plásticos, ilusionistas… y por supuesto a la ciencia.

Aquí empezó todo. En mayo de 2017, Pint of Science Toledo consiguió duplicar durante tres días consecutivos el aforo del local donde ofician con maestría Armando y Matías. Y al Buca volvemos en 2018, para despedir la segunda edición en el lugar que vio nacer la primera. Cada tarde, desde las 17.30 hasta la 1.30, una hora más los fines de semana, abre sus puertas este bar que haces tuyo en cuanto pides la segunda, un sitio de esos a los que la gente acude sola porque siempre encuentra amigos con los que departir y disfrutar.

El Buca ofrece música de calidad y una atractiva carta de cervezas y copas premium, retransmisiones deportivas, juegos de mesa, un futbolín y, en su última etapa, amplio acceso a la cultura con exposiciones y actuaciones de diversa índole. En la actualidad, sigue un concepto de negocio en el que Armando, al asumir la gestión a principios de esta década, fusionó la filosofía de su local favorito de Madrid con un emblemático local del toledano barrio de Reconquista. Lo conocía bien por haberlo frecuentado como cliente.

El actual Buca nació en 1969 como pub inglés con el nombre de El trofeo. Siguiendo modas y avatares se convirtió en El león y después en Bucachacha, designación que lo encumbró  durante los gloriosos 80 y 90, una época hacia la que miran con nostalgia y buen talante clientes que no han dejado de serlo y que hoy comparten barra con sus hijos. Alguno, entonces, pudo haber vislumbrado entre los fieles al mismísimo Enrique Bunbury, que no quiso perder la ocasión tras actuar en alguna sala de Toledo.

Para Armando, ingeniero industrial que siempre ha trabajado en hostelería, tan importante como la atención, innovar en la oferta y conectar con esa tradición que da el medio siglo de historia, es preservar la paz del vecindario. La misma que ofrece ese techado de nubes sobre la barra, el lugar en el que ningún servicio supera una buena conversación.

 

Texto: Arantxa Castaño - Comunicación PoS Toledo

 

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Esta semana, ¡Castilla-La Mancha en el Blog! La histórica ciudad de Toledo, es anfitriona por segunda vez de nuestro Festival de Ciencia. El BUCA Bar, junto con otros dos locales, serán los que conviertan su espacio en laboratorio y escenario que acojan esta vez la ciencia fuera de las instituciones.

Agradecemos a sus responsables, Armando y Matías, su compromiso con Pint of Science otro año más. ¡¡Gracias a gente como vosotros este evento puede salir adelante!!

Nos acordamos como siempre de nombrar con mucho orgullo a Arantxa, autora del texto de hoy y a todo el equipo de Toledo, que lo darán todo delante y detrás de  #Pint18TOL.

Texto: A. Belén Peña - Edición blog