Tierra, vida y otros enredos. Mérida

Las nuevas tecnologías ofertan nuevas formas de ver nuestro pasado: la generación de modelos digitales con escáner 3D o mediante fotografía digital, el uso de cámaras térmicas, la recreación virtual de una escena u objeto que ya no existe… No se trata de suplantar la realidad sino de complementarla, incluso de obtener más información de la que nos proporciona la vista permitiendo al usuario “tocar” virtualmente el objeto arqueológico.

En lo más profundo del Sahara hay cientos de pinturas y grabados rupestres que muestran que hace unos miles de años, allí había jirafas, hipopótamos y cocodrilos. Por algún motivo, el clima cambió y el antiguo paisaje se cubrió con millones de toneladas de arena. Los satélites han permitido penetrar en esta capa y asomarnos a lo que hubo en ese pasado remoto, conservado como un paisaje fósil que, por primera vez, la tecnología permite revelar.