Cancer, computacion y bacterias necesarias

El glioblastoma es el cáncer cerebral más agresivo con alta resistencia al tratamiento, lo que impulsa el desarrollo de nuevas técnicas para su estudio como las herramientas computacionales. Esto incluye el análisis de datos genómicos en busca de biomarcadores basándonos en que la variabilidad observada entre pacientes responde a una variabilidad a nivel genético. La búsqueda de biomarcadores para su uso como dianas terapeúticas también permite estudiar los procesos anormales que se producen en el genoma de las células tumorales y entender en mayor profundidad el desarrollo del cáncer.

El cáncer es una enfermedad compleja que involucra a las células tumorales y al entorno que las rodea. Este entorno juega un papel crucial en cómo las células tumorales se comportan y responden a los tratamientos. Los avatares tumorales son modelos creados a partir de tumores de pacientes, que se cultivan en el laboratorio. Estos modelos permiten simular el entorno del tumor y estudiar cómo los pacientes responderían a diferentes terapias. De este modo, se puede predecir mejor la respuesta de los pacientes a cada tratamiento, personalizándolos según las características de cada uno.

Todos hemos oído hablar de la microbiota y de su influencia en la salud. Este apasionante y reciente campo de la ciencia, actualmente relacionado con numerosas enfermedades, ha sido también el foco de múltiples intereses económicos y publicitarios que tratan de convencernos de la “necesidad” de su regulación. Sin embargo, ¿sabemos tanto de la microbiota? Desde la experiencia de la investigación queremos acercaros como ha ido cambiando nuestro conocimiento sobre este ecosistema de microrganismos y confirmar y desmentir algunas de las afirmaciones que nos bombardean a diario.